Conocer para conservar la biodiversidad

  • 1 de noviembre de 2019

Para superar la pérdida actual de biodiversidad, un grupo de investigadores a nivel internacional, liderado por Matías Mastrangelo, investigador adjunto del CONICET con lugar de trabajo en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata, identifica la necesidad de un mejor conocimiento sobre la gobernanza ambiental, las instituciones y las conexiones entre los sistemas sociales y ecológicos.

La diversidad de relaciones entre especies vegetales y animales que viven en los ecosistemas es parte de lo que llamamos comúnmente “biodiversidad”. Dentro de estas relaciones es importante considerar aquellas entre las sociedades humanas y la naturaleza, ya que son las que actualmente más influyen sobre la situación ambiental del planeta.

Un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista científica Nature Sustainability realizado por el equipo internacional de 32 científicos liderado por Mastrangelo, identifica los vacíos de conocimiento clave que deben ser atendidos para abordar las causas fundamentales de la pérdida de biodiversidad, y exige una investigación orientada a buscar soluciones a la crisis socio-ecológica.

Los investigadores analizaron los reportes de siete evaluaciones que publicó la Plataforma Científico-Normativa sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES por sus siglas en inglés) entre 2016 y 2018.

Las evaluaciones de IPBES sintetizan el conocimiento actual sobre la relación entre la sociedad y la naturaleza, incluido el rol de las personas en la gestión de los ecosistemas para proporcionar beneficios a la gente. Los informes de IPBES son una herramienta crítica tanto para la formulación de políticas basadas en evidencia como para establecer agendas de investigación científica.

Los autores compararon los vacíos de conocimiento identificadas en los informes de IPBES con los objetivos de sostenibilidad global establecidos por las Naciones Unidas en las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica, acordadas en 2010 en virtud del Convenio sobre la Diversidad Biológica, y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, acordados en 2015.

Así, se lograron identificar 708 vacíos de investigación en los siete reportes, durante casi dos años de investigación liderados por el Grupo de Estudio de Agroecosistemas y Paisajes Rurales en Balcarce (GEAP, UNMdP-INTA) y el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal en Córdoba (IMBIV, CONICET-UNC).

“Descubrimos que los objetivos de sostenibilidad global no se pueden lograr sin un mejor conocimiento de las retroalimentaciones entre los sistemas sociales y ecológicos, y de instituciones de gobernanza eficaces para brindar servicios ecosistémicos de manera equitativa y proteger a las personas vulnerables”, dice Matías Mastrangelo, investigador de la Universidad Nacional de Mar del Plata, quien dirigió el estudio.

El análisis encontró progresos para cerrar algunos vacíos de conocimiento previamente identificados en la Evaluación de Ecosistemas del Milenio 2005, incluida una mejor comprensión de las tendencias a largo plazo en el cambio ecológico. Aun así, después de décadas de investigación, persisten algunos vacíos de conocimiento y han surgido otros nuevos.

“Conocer qué tan importante es lo que no se conoce para la resolución de problemas reales nos permite priorizar aquellas investigaciones que mayor impacto van a tener, en este caso, sobre el desarrollo sustentable y la conservación de la biodiversidad”, explica Mastrangelo.

Por estos motivos, “este estudio tiene potencialmente un alto impacto sobre la comunidad científica porque informa a quienes definen las prioridades de investigación en qué temas es más conveniente invertir los recursos para generar conocimiento relevante para las demandas actuales de la sociedad”, enfatiza el investigador.

Matías Mastrangelo, marplatense de 37 años, estudió Biología en la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) y luego hizo un doctorado en Biología de la Conservación en Nueva Zelanda y retornó al Grupo de Estudio de Agroecosistemas y Paisajes Rurales (GEAP) en la actual Unidad Integrada Balcarce (Facultad de Ciencias Agrarias UNMdP – INTA Balcarce).

En el artículo titulado “Vacíos de conocimiento claves para lograr los objetivos de sostenibilidad global” participan junto a él otros investigadores e investigadoras argentinos del CONICET: Natalia Pérez-Harguindeguy, Lucas Enrico y Leonardo Galetto, todos ellos docentes de la Universidad Nacional de Córdoba e investigadores del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (CONICET-UNC).

El estudio, “Vacíos clave de conocimiento para lograr objetivos de sostenibilidad global”, se publica en Nature Sustainability (DOI: 10.1038/s41893-019-0412-1, disponible en https://rdcu.be/bVy8H).

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